Para desarrollar una habilidad la práctica es fundamental. Ya sea para aprender a cocinar un plato nuevo, a tocar un instrumento, un idioma o a hacer la voltereta lateral.
Habrá días en los que estemos más cansados, o más inspirados, o más torpes, o con más ganas de aprender. Lo importante es no perder de vista que hay días mejores y peores y seguir intentándolo.
Como se suele decir, nadie nace sabido.
(Imagen de 72 kilos)