Si te digo “inteligencia emocional” es probable que lo hayas escuchado en algún momento. Es cierto, actualmente, debido a la masificación de la información y de la visibilidad de la importancia de la salud mental, la inteligencia emocional es uno de los constructos que salen a flote. Pero, ¿es esto una moda o realmente tiene peso en nuestra calidad de vida?
Pues bien, si echamos un vistazo al mundo, a cómo hemos crecido, a cómo han crecido nuestros padres, sus padres, y así sucesivamente hacemos un recorrido por nuestras generaciones antecesoras, entenderemos que aunque hoy en día pueda ser más visible, durante mucho tiempo ha habido una carencia en lo que respecta a nuestras emociones, que obviamente tiene una implicación importante en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
Vale, entonces ¿qué es la inteligencia emocional y por qué es tan relevante?
Steiner la define como “la capacidad de comprender y expresar las propias emociones, de comprender y aceptar las de los demás de una manera adaptativa y sana tanto para uno mismo como para los demás”.
Sabemos que somos seres sociales, que estamos en constante interacción con los demás y con el entorno, por tanto, la inteligencia emocional es una habilidad que nos permite desarrollar relaciones empáticas, asertivas y saludables, aquellas en las que existe un espacio donde tanto tú como el otro podéis expresar qué pensáis y cómo os sentís en determinadas situaciones.
Algunos aspectos relacionados con la IE son:
- Autoconocimiento
- Atención plena
- Empatía
- Escucha activa
- Lenguaje positivo hacia ti mismo
- Momentos de reflexión
- Habilidades sociales
Esta habilidad no es algo que tienes o no tienes, la puedes desarrollar e ir a terapia es un espacio magnífico para hacerlo. Si necesitas ayuda psicológica y quieres trabajar en este y otros aspectos, no dudes en ponerte en contacto con nosotras, estaríamos encantadas de ayudarte.
Referencias: Superar, Aprender y Crecer: Manual de Resiliencia. Escrito por Pilar Martín Pérez